El centro neurálgico de la obsesión mamaria. Somos y existimos por el disfrute de unas buenas tetas naturales, grandes, medianas, pequeñas; con o sin leche...

viernes, 25 de abril de 2014

Mamellas Ocultas

Con la llegada del buen tiempo, los amantes de las mamellas volvemos a disfrutar del digno espectáculo que supone ver a multitud de mujeres en camisetas y ropa ligera pasear y desplazarse por la ciudad ofreciendonos el bamboleo leve o menos leve de sus tetones ocultos. A partir de ahí nuesta imaginación vuela y dependerá de nuestro nivel de pasión mamaria, que nos planteemos más interrogantes o menos ante tan excitante panorama.
Tendrán los pezones grandes medianos o pequeños? Serán rosados, amarronados u oscuros? La areola será saliente o con muchos tuberculos de montgomery? Y por supuesto, los que seamos vampiros blancos, la pregunta reina: tendrán leche o no?

Pero lo único cierto seguirá siendo que los pechos estarán ocultos por la tela de unas prendas, ya sean de camisetas, sostenas o bikinis a no ser que las propietarias, en las playas, decidan mostrarlos en el práctica generosa del topless a los ojos de los hambrientos hombres siempre en celo de querer usarlos para una buena succión o coito intermamario.
Potencialmente, independientemente del tamaño de las memellas de la propietaria, el hecho de ver a una mujer en ropa de verano, despierta intensamente nuestra imaginación y nuestro deseo de plantarnos ante ellas y desgarrarles la camiseta o subirselas para ver realmente que tipo de mamellas poseen. Imaginariamente, podemos hacerlo y los que somos avanzados vampiros blancos, podemos intuir con la mirada incluso la forma de los pezones y la areola a través de los marcajes de éstos en las telas. Al menos, personalmente, he podido experimentarlo. ¿Vosotros no?





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