Estoy hambriento...

Así es, nuevamente estoy sufriedo esa necesidad láctea que sufrimos los vampiros blancos de vez en cuando. Y no ayuda mucho el hecho de que de camino a mi trabajo, vea una que otra mami con su retoño en brazos, pues me hace pensar cuanta rica lechita podría estar guardando dentro de sus jugosas mamarias. De hecho, tampoco ayudó mucho ver hoy en un parque, a una hembra ejercitándose mientras corría, pues la condenada tenía unas chichotas de al menos 36DD rebotando a más no poder. Rayos debo conseguir esos lentes espía.

Si la situación no mejora creo que pronto estaré ansioso por salir nuevamente de cacería, o en su defecto, tendré que recurrir a Erika (Click por si no recuerdan) un día de estos, al menos para imaginarme que sus jugosos cántaros están llenos de leche.

Por suerte mi compañera Lauren ya no ha llevado a ese avaricioso e incaciable bebé, presumiendo la teta de su madre en la boca.

Pero no se alarmen compañeros del clan, pues ser vampiro blanco también conlleva tener cierto autocontrol ante situaciones difíciles, tanto de carencia alimenticia como de tentaciones lechosas cerca.

Así que para tratar de calmar ese antojo de leche materna, les dejo un pequeño video de una hembra pelirroja con carita de angel, y con un par de buenas y turgentes mamellas, que además, están repletas de deliciosa leche materna, nuestro néctar sagrado, disfrutenlo:

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