El centro neurálgico de la obsesión mamaria. Somos y existimos por el disfrute de unas buenas tetas naturales, grandes, medianas, pequeñas; con o sin leche...

domingo, 23 de marzo de 2014

Los tamaños pueden variar, pero... (Parte 1)

Nosotros, como vampiros blancos solemos reunir ciertos requisitos cuando se trata de mamar un par de suculentas mamellas. A veces nos fijamos que tengan cierta dureza, forma, color en areolas o pezones, y claro, que estén lechosas si se puede. Pero creo que lo más polémico cuando hablamos de senos, es el tamaño. Es verdad, cuando tenemos a nuestra disposición unas tetas de mayor volúmen, facilita más el "coito intermamario" práctica casi sublime para cualquiera de nosotros. Pero no hay que olvidar, que el tamaño no es lo más importante a la hora de succionar la rica lechita que una hembra nos puede proporcionar.

Es bien sabido que el tamaño de los senos no es un indicativo de que la hembra tenga más o menos leche, pues aunque sean pequeños, igual son capazes de disparar unos abundantes y potentes chorros de ese sagrado néctar. Y prueba de lo que hablo es la zorrita del video que les dejo abajo. La mujer, a parte de tener "cara de angelita" también posee unos pechos no muy grandes, pero que lanzan unos abundantes chorros lechosos, además de estar coronados con unos pezones grandes y bien diseñados para que cualquier vampiro blanco se cuelgue de ellos hasta dejar seca a la lactante.



Descargar video

Así que hembras ya lo saben, no se desanimen si sus pechos no son descomunales como los de Milena Velba, ya que cualquier miembro de nuestro clan estará dispuesto a disfrutarlas, y más si las traen cargadas de esa dulce y calientita leche.
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