El centro neurálgico de la obsesión mamaria. Somos y existimos por el disfrute de unas buenas tetas naturales, grandes, medianas, pequeñas; con o sin leche...

domingo, 16 de noviembre de 2014

Armada y Peligrosa

En esta ocasión, les traemos una curiosa noticia muy curiosa que tuvo lugar en Alemania, más precísamente en la ciudad de Darmstadta. En estos días pasados, se dió a conocer que cierta mujer entró a una farmacia con intenciones de robar, pero lo chistoso es que para esto usó un arma muy peculiar. Chequen los detalles de la noticia:
UNA PECHUGONA ROBA UNA FARMACIA 'DISPARANDO' LECHE CON SUS SENOS.  
3 del noviembre 2014 - Cegó a los empleados con sus poderosos chorros, y se apropió de 100 euros de la caja registradora.
"Se le describió como una mujer 'enorme', con cola de caballo"
No se tenía constancia hasta ahora de un robo tan insólito y, por qué no decirlo, tan 'original' y algo repugnante. 
Sucedió en la ciudad alemana de Darmstadta, donde una cuarentona de generoso busto, -bautizada por los agentes como 'la lanzadora de leche'-, atracó 'disparando' literalmente el líquido materno en el rostro de los empleados.
Según parece, la fémina entró este lunes 3 de noviembre del 2014 por la tarde en el establecimiento, y pidió, haciéndose la simpática, un 'sacaleches', mostrando un billete de 200 euros.
Justo cuando uno de los empleados iba a cobrarle, se sacó los senos y, apretándolos con los dedos, lanzó un poderoso chorro a su rostro, del que no se libró tampoco otra trabajadora del lugar que quedó también 'cegada'. 
COMO ESTATUAS DE SAL
Los atacados narraron que se quedaron "como estatuas de sal" ante tamaña agresión, y poco pudieron hacer para evitar que la ladrona se robara un billete de 100 euros de la caja registradora.
La Policía inició la búsqueda para capturar a la protagonista del suceso, quien en su huida perdió el 'sacaleches' que se había llevado en medio de la confusión junto a su dinero.
Ahora, leer este tipo de cosas quizás podría echar nuestra mente a volar, mientras nos vemos en el lugar del confundido farmacéutico, aprovechando la ocasión de leche materna gratis, y mientras la hembra ladrona vuelve a casa con las ubres vacías.

¿Delicioso no?
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