La leche materna es única y no se puede imitar. Cambia de composición según la edad del bebé (o si el bebé es prematuro), la época del año (cuanta más calor más “aguada” es la leche para saciar la sed del bebé) y el bebé (es decir, la misma madre producirá leche distinta para cada bebé que tenga).
Tipos de leche maternaEl calostro es la “primera leche” y está presente durante los primeros 3-5 días después del nacimiento del bebé. Es de color amarillo-anaranjado. Se produce en pequeñas cantidades (entre 1 y 3 cucharaditas los primeros 3 días). Es rico en proteínas, hidratos de carbono y anticuerpos y bajo en grasas. Es bajo en grasas para que se digiera rapidamente y así el bebé tiene hambre más pronto. De esa forma el bebé mamará con más frecuencia (de 8 a 12 veces en 24 horas las primeras semanas) con el fin de estimular la producción de la leche de la madre. También tiene un número alto de leucocitos (glóbulos blancos), que actúan como defensas contra infecciones. Tiene un efecto laxante suave que estimula al bebé a pasar la primera deposición conocida como “meconio”. Esto ayuda a prevenir la ictericia mediante la “limpieza” del exceso de bilirrubina (que se excreta en el meconio), que es un producto de desecho de los glóbulos rojos de la sangre. Éstos se excretan en grandes cantidades después del nacimiento con el fin de reducir el volumen de sangre en el bebé.
Entre el calostro y la leche madura la madre produce leche de transición, que dura aproximadamente 2 semanas. La leche madura aparece después de la leche de transición. Es más líquida y más blanca que el calostro y se produce en grandes cantidades. Se compone principalmente de agua (90%) y el resto (10%) está compuesto de hidratos de carbono, proteínas y grasas. Éstos dan energía al bebé, protección contra infecciones y le ayudará a crecer.
Composición de la leche madura
La cantidad de cada uno de estos componentes varía con la hora del día de la producción de leche materna, la mujer que produce la leche materna, y si es al principio o al final de la toma.
Lactoferrina, es una proteína que protege los intestinos del bebé contra bacterias y otros organismos (como los hongos) que necesitan hierro para su desarrollo .
Inmunoglobulinas (A, G, H), también protegen al bebé contra ciertos virus y bacterias (como la E coli). Las inmunoglobulinas son también proteínas.
Lisozima, es una enzima que tiene funciones anti-inflamatorias, promueve el crecimiento de la flora intestinal (bacterias buenas) y también protege contra la E coli y la salmonela.
Factor Bifidus, también es una proteína que favorece el crecimiento de lactobacilos, que son bacterias beneficiosas que protege contra la infección.
Grasas o lípidos, son muy necesarios para el desarrollo del cerebro, la absorción de vitaminas liposolubles y son una muy buena fuente de calorías para el bebé. La dieta materna no afecta a la cantidad de grasa en la leche, pero puede afectar a los tipos de grasa presente en ella. La cantidad de lípidos suele ser mayor al final de la toma, por lo que es importante siempre dejar que el bebé termine primero un pecho antes de ofrecerle el otro.
Vitamina C, esta vitamina aumenta la absorción de hierro. En el caso de las vitaminas, la dieta materna afecta a la cantidad y tipos de vitaminas presentes en la leche. Por ello, la madre debería tener una dieta rica en frutas y verduras.
Vitamina D, esta vitamina se necesita para la absorción de calcio y, por tanto, un crecimiento adecuado de los huesos. Si bien es cierto que la leche materna contiene cantidades bajas de vitamina D, éstas son las necesarias para un lactante. Los suplementos de vitamina D son necesarios en bebés de piel oscura (raza negra, india etc) que vivan en países con una baja radiación solar o en bebés que nunca se expongan al sol. Para más información acerca de esta vitamina puedes leer este artículo.
Hidratos de carbono, la lactosa es el principal hidrato de carbono que se encuentra en la leche materna. Se compone de galactosa y glucosa y su concentración en la leche materna aumenta hacia el final de la toma. Alrededor del 40% de las calorías totales son proporcionadas por la lactosa. Ayuda a combatir infecciones y también promueve el crecimiento de la flora bacteriana en el estómago. También mejora la absorción de algunos minerales.
Calcio, es uno de los principales minerales presentes en la leche materna. El calcio ayuda al crecimiento y el desarrollo de los huesos. El calcio se obtiene de los huesos de la madre y después se suministra al bebé a través de la leche materna. Los huesos maternos se reponen de calcio durante y después del destete.
Hierro, es un mineral necesario para producir los glóbulos rojos. La leche materna tiene niveles bajos de hierro, pero el bebé absorbe un porcentaje muy alto de ese hierro. Algunos profesionales de la salud creen que los bebés mayores de 6 meses necesitan suministros adicionales de hierro. Sin embargo, otros afirman que un bebé puede crecer bien alimentándose solo de leche materna hasta la edad de un año.
Zinc, es un mineral necesario para la producción y la activación de las enzimas.
Si hablamos de una mujer sana, sin duda alguna, la leche de sus pechos es oro blanco líquido para cualquier hombre que sepa apreciar el acto de mamar de los pechos que la producen. Congratulémonos de que la mujer zorra pueda darnos de mamar.
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