Voy cachondo

No hay nada peor que ir cachondo y no tener puerca a mano que poder bombear por cualquiera de sus boquetes de zorra. Me pregunto siempre qué haría mi maestro en una situación así pero yo no tengo ese empuje y esa presencia que Él tenía a la hora de coger del pelo a una mujer y clavarle en la cara las pelotas para que las lamiera hasta el extasis mientras intentaba ella evitar que el capullo de su rabo duro  no le sacara un ojo de la cara.

Ahora daré un paseo y me cruzaré con multitud de hijas de puta camino de la playa para lucir palmito. Auntenticas perras en celo que saben disimularlo bien pero que no se enteran de que con los ojos están siendo desnudadas y violadas con salvajismo.

No me creo que sean tan mojigatas como para ir por ahí con la queja de que hay mucho salido y no se sienten comodas por tantas miradas lascivas. Si pudiéramos meter la mano en el coño de cada de ellas, os puedo asegurar que tres cuartas partes de esos coños estarían chorreando solo por pensar en cuantas pollas están animando a su paso.

Habría que empastarles el coño con buena y abundante lefa ¿no creeis?