El centro neurálgico de la obsesión mamaria. Somos y existimos por el disfrute de unas buenas tetas naturales, grandes, medianas, pequeñas; con o sin leche...

sábado, 14 de junio de 2014

Me encanta el verano

Como bien lo mencionaba mi compañero Maquiavel en post anteriores, estas fechas son muy importantes para cualquier vampiro blanco, pues es la época en la que vemos por doquier a hembras que lucen más esos atributos que nos encantan, valiéndose para esto de blusas más escotadas, pequeñas o hasta transparentes.

Algunas hasta dejan de usar sus bras por el intenso calor, al menos por acá en México, dejándonos apreciar más de ese sabroso movimiento mamellero que hacen al caminar. Esto lo aprecio seguido en mi trayecto al trabajo o mientras salgo a la calle, si cuento con suerte puedo ver a alguna hembra muy liviana de ropa y que deja parte de sus nenas al descubierto, más aún, en el metro con tanto movimiento, les provoca ese meneo tan sabroso.


Y, si cuento con más suerte, hasta puede aparecer alguna hembra con su avaricioso bebé en brazos siendo amamantado con unos buenos y turgentes pechos. Cuando esto sucede mi imaginación vuela, y no se porqué siempre me imagino a la lactante, con su bebé a un lado y ella encima de mi, con sus "chichotas" a reventar, y dándome la leche de su bebé mientras me beneficio de ella, ya saben como...


De cualquier forma, estas fechas las seguiré esperando con ansias, solo porque hay más libertad para las mamellas por parte de sus dueñas, y en el caso especial de que haya una buena visión de mamis lactantes ante mis ojos.


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